miércoles, 2 de diciembre de 2009

La Oficina de Atención a Personas con Discapacidad (OMAPED) está presente en varios distritos de Lima desde el año 2003 por iniciativa del Consejo Nacional de las Personas con Discapacidad (CONADIS), que determinó que las municipalidades del Perú debían contar con servicios de ayuda a los vecinos discapacitados. Sus principales tareas son sensibilizar a la población, promover los derechos de los discapacitados y, sobre todo, asistirlos de diferentes maneras para permitir su integración a la sociedad. En el caso del distrito de San Borja, el nombre fue cambiado a PROMAPED (Programa de Atención a personas con Discapacidad), que cuenta con los servicios de asistencia psicológica y terapéutica para discapacitados. El centro se encuentra en la Casa Taller Municipal, ubicada en la calle Mario Florián. Allí, se atiende a personas de todas las edades con discapacidad física, sensorial y mental, pero la mayor población de pacientes corresponde a niños y jóvenes con síndrome de down y autismo. En total, PROMAPED San Borja brinda servicios a 1200 personas aproximadamente.

1) ¿Cuál es la visión y la misión del PROMAPED San Borja?
El PROMAPED San Borja busca convertirse en un centro de terapias integral que cuente con los servicios de asistencia médica, psicológica y terapéutica para las personas con discapacidad, lo cual contribuirá a darles una mejor calidad de vida.

2) ¿Cuánto tiempo lleva trabajando aquí?
Llevo casi 3 años trabajando en PROMAPED como psicólogo, pero antes trabajaba en el área administrativa como practicante.

3) ¿Qué valores busca promover PROMAPED en los trabajadores?
Aunque parezca extraño y es lamentable, no existen valores institucionales en PROMAPED. Pero, en general, el trabajo aquí requiere de mucha puntualidad, respeto y honestidad.

4) ¿Le parece, entonces, que hay aspectos que mejorar en la institución?
Definitivamente. La política institucional, para empezar, debe mejorar cuanto antes. Creo que por estar dirigidos por una institución estatal [la municipalidad de San Borja], el clima laboral es malo y las relaciones entre los jefes del programa, que están en el área administrativa, y los empleados, como nosotros, son muy verticales. Por otro lado, es necesario que podamos manejar este programa con mayor autonomía; nosotros debemos realizar trámites hasta para comprar una caja de lápices. También hace falta tener un local propio (esta casa fue incautada a un narcotraficante, pero si le hacemos alguna modificación, al salir de la cárcel nos puede demandar) y contar con más materiales didácticos; los que ves aquí, por ejemplo (señalando unos rompecabezas y unas fichas), los traje yo.

5) ¿Cuántas personas conforman su equipo y cómo está organizado?
Bueno, aquí existen dos áreas: la de talleres y la de terapias. Yo lidero el equipo de terapias, que está conformado por siete personas: dos terapeutas de lenguaje, dos terapeutas físicas, una terapeuta ocupacional, una asistenta social y yo, que además tengo el rol de psicólogo. El equipo de talleres trabaja aparte, pero estamos en constante coordinación. Ahí tenemos profesores de teatro, danza, música y deporte.

6) ¿Qué funciones cumplen los miembros del área de terapias?
Bueno, la asistenta social es la que programa la cita con los pacientes. Luego, yo me encargo de hacer el “triaje”: los recibo, los evalúo y los derivo a la terapia que necesiten. Esto, en realidad, lo debería hacer un médico fisiatra, pero por el momento no contamos con uno. En cuanto a mi función como psicólogo, soy el responsable de realizar las terapias de modificación de conducta.
Las terapeutas físicas realizan actividades para mejorar la motricidad gruesa de los pacientes, por ejemplo, les enseñan a sentarse, a gatear, a pararse y a mantener una buena postura. La terapeuta ocupacional ve el tema de la motricidad fina. Con ella, los pacientes aprenden a agarrar un lápiz, a abotonarse y a diferenciar texturas. Por último, la terapeuta de lenguaje se encarga de mejorar su lenguaje articulado, expresivo y comprensivo.

7) ¿Cómo se realizan las coordinaciones en el equipo?
En realidad, siempre estamos comunicándonos entre nosotros, pero en el equipo de terapias tenemos una reunión mensual. Además, en abril y en diciembre hacemos reuniones oficiales de ambas áreas en las que elaboramos un informe sobre la evolución de cada paciente tanto en las terapias como en los talleres y se lo entregamos a los padres de familia. Antes, hacíamos estas reuniones cada 3 meses, pero en los niños especiales, por ejemplo con autismo o síndrome de down, casi no se veía ningún avance, porque ellos tienen un proceso de aprendizaje más lento.

8) ¿Cuáles cree que son las ventajas del trabajo en equipo?
Yo veo que a nivel de trabajo en equipo con personas de la misma especialidad se aprende de la experiencia de los demás y se desarrolla tolerancia a las opiniones contrarias. Y en el caso de los equipos interdisciplinarios, como este, la gran ventaja es que se puede abordar un mismo problema de distintas formas gracias a los conocimientos de cada profesional y esto beneficia el proceso terapéutico de los pacientes. Por ejemplo, para potenciar la comprensión de lenguaje en chicos especiales, yo, como psicólogo, me baso en el aprendizaje vicario y la terapeuta de lenguaje trabaja con gráficos. Yo les extiendo la mano y digo “hola” para que aprendan a saludar, es decir, soy su modelo, mientras que ella les enseña imágenes de personas saludándose.

9) ¿Qué problemas ha tenido su equipo y cómo los ha solucionado?
El problema más recurrente al interior del equipo son conflictos por intromisión profesional. Por ejemplo, la terapeuta ocupacional se quejó hace poco de que la terapeuta física realizaba actividades de coordinación fina, porque vio que su paciente estaba metiendo objetos pequeños en un cubo, pero lo que ella evaluaba era la postura que mantenía mientras lo hacía. En ese caso, me reuní con ambas para que dieran su punto de vista y al final llegamos a la conclusión de que si bien se trabajaba un mismo ejercicio, los fines de cada una eran distintos.
Lamentablemente, aquí atravesamos por una serie de problemas que escapan de nuestro control, por ejemplo, ocasionados por los padres. Por lo general, los papás de niños especiales presentan gran frustración e irritabilidad y son muy demandantes. A veces vienen a las citas 15 minutos antes y exigen que se las atienda en ese momento, porque sus niños no saben esperar y nosotros estamos ocupados con otros pacientes. Pero lo más frustrante para nosotros como equipo terapéutico es ver que los chicos retroceden en sus avances por problemas familiares o porque los papás no les hicieron practicar los ejercicios en casa como se los indicamos. Incluso tenemos casos en los que notamos que de un día para otro, los chicos olvidan todo lo que han aprendido en un mes y al momento de citar a los padres, confiesan que los regañaron fuertemente o los golpearon. Todo esto afecta emocionalmente al equipo y, en ese sentido, para nosotros es indispensable saber manejar la frustración.

10) ¿Qué habilidades personales cree que se necesitan para el trabajo en equipo y, especialmente, para tratar con niños especiales?
Aquí son fundamentales la responsabilidad, la paciencia, la organización y la tolerancia a la frustración en todos los miembros del equipo.

11) ¿Cómo fue que llegó a PROMAPED San Borja?
Yo llegué por casualidad. Es más, planeaba dedicarme a la neuropsicología y a la terapia familiar. Pero cuando vine aquí para remplazar temporalmente al antiguo psicólogo, conocí este mundo maravilloso de los chicos especiales y me encantó. Ahora estoy pensando abrir un centro para atender a pacientes con este tipo de discapacidad en provincia, porque veo que muchos vienen a Lima del interior del país solamente para sus terapias.

12) ¿Cuál es su formación profesional?
Realicé mi pregrado de psicología en la Universidad Feredico Villareal, luego hice una maestría de psicología clínica de la salud en la Universidad San Martín de Porres y un diplomado en modificación de comportamiento en el centro Ann Sullivan.

13) ¿A cuántos pacientes atiende diariamente y cuánto tiempo les dedica?
Atiendo a siete u ocho pacientes por día y la sesión de terapia dura 30 minutos.

14) ¿Qué es lo que más le satisface de su trabajo en PROMAPED San Borja?
Cada vez que los niños me abrazan, me dicen “te quiero” o se despiden de mí, porque muchos llegan sin saber hablar, siento una gran alegría. Es increíble ver cómo mejoran. Cuando recién llegan, me golpean y muchos ni me miran, pero en pocas semanas se encariñan conmigo y, en general, con todos los terapeutas, y se vuelven mucho más tranquilos. El abrazo de uno de mis niños es como el abrazo de un angelito.

15) ¿Qué es lo más importante que ha aprendido aquí?
A no tenerle miedo ni lástima a los especiales. Al ver a uno de ellos, ya no pienso, como antes, “pobrecito”, sino que me fijo en sus potencialidades y pienso qué puedo hacer para ayudarlo a mejorar. También he desarrollado un gran rechazo hacia la discriminación que sufren los discapacitados en nuestro país.

0 Comments:

Post a Comment



 

Copyright © 2008 Green Scrapbook Diary Designed by SimplyWP | Made free by Scrapbooking Software | Bloggerized by Ipiet Notez